lunes, 2 de enero de 2023

Gol, ¿Por qué ellos sí y nosotros no?

Escrito en 2016.

“Un niño viene a mí con una chispa de interés, alimento la chispa y se convierte en una llama, alimento la llama y se convierte en fuego, alimento el fuego y se convierte en un incendio resplandeciente”. Cus D’Amato (entrenador de Mike Tyson).
 

Sinopsis breve:
Una curiosa evaluación del nivel futbolístico que tiene México comparándolo con las potencias del mundo. Datos duros, estadísticas e historias que nos permiten desnudar la realidad de México y que nos arroja hacia la dirección correcta cuando preguntamos: ¿Por qué México no progresa en el que es el deporte más famoso del país?
 

Sinopsis desarrollada:
Cada 4 años se celebra el evento deportivo más grande del mundo: La Copa Mundial de Futbol disputada entre 32 selecciones nacionales que representan a cada una de las diferentes regiones del globo. Y cada 4 años los mexicanos nos volvemos a ilusionar con la promesa de gloria que representa la selección nacional. Sin embargo esta ilusión más que estar fundamentada en una realidad fehaciente, se alimenta de nuestra idiosincrasia, los medios de comunicación cuyo negocio principal es el futbol y una triste condición nacional de no saber analizar y establecer un punto de partida.

Sin dejar de lado otros factores de gran importancia que rodean a nuestro país, resulta incuestionable la forma en la que este viaje nos dirige hacia una premisa tan trillada como verdadera: ‘La clave siguen siendo los jóvenes y la forma en la que invertimos y nos arriesgamos con ellos o preferimos no hacerlo’.

Sobre esta idea, el análisis que se propone es de uno en el que se conectan situaciones e historias ajenas a nuestro futbol y al futbol en general, con el objetivo de obtener una perspectiva fresca y reveladora sobre la cual podamos partir y discutir en nuestro país.

La pregunta inicial seria entonces ¿Por qué no lo podemos lograr?
 

Hipótesis Argumental:

¿Por qué Francia si lo logro?
En vísperas del mundial de 2010 celebrado en Sudáfrica, observaba la ilusión que despierta la selección nacional en la gente y me preguntaba cuál era el  verdadero nivel futbolístico de México y que probabilidades tenia nuestro país de ganar o por lo menos llegar a los primeros lugares del torneo.

En aquellos años me gustaba reflexionar y discutir en redes sociales acerca de cualquier cosa que me interesara, lo hacía como pasatiempo y sin ninguna otra formación aparte de la recibida en colegios y la universidad.

Siempre he pensado que el mexicano usual cuenta con poca capacidad para analizar, argumentar y sobretodo respaldar lo que está diciendo.

Los mexicanos acostumbramos a dar nuestra opinión o realizar aseveraciones sin asegurarnos primero que lo que estamos diciendo, esté bien fundamentado o se basé en información fidedigna, se trate de política, religión, historia o cualquier otro tema.

Incluso entre los profesionistas (quienes supuestamente tenemos una mejor preparación) se tiene este mal hábito. Situación que no debería ser puesto que sin importar el ámbito en el que nos desarrollemos, el método científico es fundamental en todas las carreras y se nos enseña a todos desde la secundaria, preparatoria y después en la universidad. 

Por esta cuestión empecé a buscar información que sustentara mi hipótesis y le diera fuerza a mi idea. El hallazgo fue grandioso.

Desde un inicio vislumbraba el tipo de información que quería encontrar. El último campeón del mundo había sido Italia en el mundial de Alemania 2006. Italia disputo la final de ese mundial contra Francia en un juego ensombrecido por la expulsión del gran jugador galo Zinedine Zidane e Italia termino ganando el partido en penales.

La Francia de Zinedine había sido el último país en alcanzar esa elite de naciones que ha ganado la copa del mundo por lo menos una vez en su historia. Una elite en la que apenas aparecían 6 naciones: Brasil, Alemania, Italia, Inglaterra, Argentina y Uruguay.

Francia dio finalmente el gran salto en el mundial de 1998 como anfitrión del torneo con una generación dorada de jugadores. Esa Francia se apodero del futbol en tan solo unos años, primero ganando la copa del mundo y después ganando la Copa Europea de Naciones en el 2000 la cual tampoco había ganado nunca en su historia.

La selección francesa había sido conocida por su diversidad étnica teniendo jugadores que eran hijos de inmigrantes: Zinedine Zidane, Patrick Vieira, David Trezeguet, Thierry Henry y Claude Makélélé eran algunos ejemplos.

Durante los noventa, el equipo fue reconocido internacionalmente como ejemplo de la Francia multicultural, teniendo jugadores que habían nacido en otras partes del mundo. Se podían rastrear los orígenes de estos jugadores en países como Armenia, Argelia, Guadalupe, Nueva Caledonia, Ghana, Senegal, Martinica, entre otros.

Esta forma de nacionalizar a jugadores extranjeros fue un hábito que se repitió cada vez más en Francia. Sin embargo y más allá del hecho de nacionalizar a jugadores que fueran de otros países (antiguamente colonias o países con una estrecha relación) emergió una costumbre cada vez más practicada en Francia y el resto de Europa que era la de canalizar el talento(aunque se tratara de niños inmigrantes o extranjeros) y trabajar e invertir en ellos. Este fue realmente el rompe aguas en Francia.

Actualmente es bien conocido el sistema con el que clubes europeos reclutan niños en continentes como el africano en busca del nuevo Drogba, Yaya Toure o Mario Balotelli que les proporcione el talento necesario para mantenerse en la carrera competitiva. Desde luego que el mismo énfasis es puesto en sus propios países para encontrar al próximo prodigio del futbol que los lleve a la gloria deportiva.

Este es el grado con el que países europeos invierten tiempo, dinero y trabajo para encontrar y desarrollar el talento y lo realizan ya de forma eficiente, sistemática y profesional.

La parte que falta por examinar es la consecuencia social que tiene este fenómeno. Debemos considerar la relevancia que tiene este semillero al ofrece una oportunidad única para cientos o miles de niños y sus familias de bajos recursos.
¿Cómo deberíamos medir el efecto en la vida de un jugador africano? y ¿Cuál es el secuela dentro de sus familias y comunidades? Después de consagrarse como estrellas del futbol, muchos de estos jugadores comienzan a realizar una labor humanitaria al regresar parte de lo que han recibido a través de labor altruista en sus comunidades o países de origen y no dudo que estas figuras del balompié tengan aún una mayor trascendencia con sus familias al convertirse en un “mecenas” con hijos, hermanos y primos e incluso permitir una “transformación familiar”. Nunca he visto un reportaje o documental que aborde este último tema.
 
Inspiración Barcelona:
Con lo que ya conocía de la Francia campeona, decidí buscar información de manera aficionada. Esperaba encontrar algún documental, artículos o reportajes que me ayudaran a respaldar la idea de que en verdad existe una distancia abismal entre México y las potencias del mundo.

Busque información acerca de los últimos campeones del mundo: Italia (2006), Brasil (2002), Francia (1998) pero con poca suerte.

Uno de los sitios web donde había buscado información es el reproductor de videos Youtube. En un principio no encontré nada sin embargo en un apartado llamado “recomendados para ti” el mismo sitio me sugirió tiempo después un video que amplio todo mi panorama y me convirtió en aficionado al futbol como la primera vez. El video se titulaba: “La historia de Leo Messi”.

La historia de Lionel Messi es quizás la más reveladora para describir lo que un club como el Barcelona realiza en cuanto a desarrollo de talento se refiere. Esta labor la realiza a través de su cantera mejor conocida como la Masía.

El primer antecedente importante en la historia de Messi es su nacionalidad. Argentina es un país que es conocido dentro del mundo del futbol por ser productor de jugadores.

El futbol esta tan ligado a su cultura que en tono de broma se dice que los niños aprenden a caminar con el balón en los pies. Esto obviamente no es cierto, solo es para enfatizar el lazo tan estrecho entre los argentinos y el futbol.

Argentina no solo alimenta su liga domestica con la  gran producción de jugadores que tiene sino que también los exporta y lo hace en grande. Tienen regados a jugadores alrededor del globo. Es común ver jugadores argentinos en otras ligas sudamericanas como la paraguaya, uruguaya, colombiana e incluso la brasileña. 

En México también existen muchos jugadores argentinos, algunos incluso han sido “naturalizados” para que pudieran jugar con la selección mexicana. Tienen jugadores en otros continentes como Asia y por supuesto los mejores jugadores (de clase mundial) en las principales ligas europeas como la italiana, inglesa y española.

Messi como muchos niños en Argentina comenzó a jugar futbol desde una edad muy temprana y no pasó mucho tiempo para que los reclutadores le pusieran los ojos encima. Se encontraba jugando para las fuerzas infantiles del Newell’s Old Boys cuando se supo de la deficiencia en la hormona de crecimiento que padecía. Imaginen una deficiencia en el crecimiento para un niño que muestra talento natural en un deporte como el futbol. Es como si a un prodigio en la música se le diagnosticara una enfermedad que lo va a dejar sordo.

Sin embargo el padecimiento podía ser controlado con un tratamiento costoso (alrededor de los $900 dólares mensuales), un precio que difícilmente podría ser solventado por una familia humilde como la de Lionel pero que podía ser factible para una institución o club deportivo. Newell’s decidió no invertir en el tratamiento del niño pero no renuncio a él sino hasta después de ofrecérselo a un equipo con mayor capacidad económica: River Plate, el cual tampoco quiso arriesgar ese tipo de inversión en un niño tan joven.

Esta parte de la historia es muy reveladora siendo dos clubes argentinos los que renunciaron a la joven maravilla por no querer invertir en el tratamiento médico y arriesgarse con él.

Es posible que el desenlace de esta historia fuera muy diferente si no hubiera sido por la intervención de un tercer club, el FC Barcelona.

Fue el club catalán el que le ofreció un viaje a España y después de que lo vieron jugar, el club se comprometió a contratarlo y pagar los gastos médicos de su tratamiento si se mudaba al país Ibérico. Ahí comenzó la gran aventura de la estrella argentina, “El niño enfermo que se convirtió en jugador de futbol, el jugador de futbol que se convirtió en leyenda”.

Durante su estancia en La Masía, Messi tuvo como compañeros de equipo a los seleccionados españoles Cesc Fábregas, Gerard Pique entre otros. Una cantera que no solo produce una buena cantidad de jugadores sino que además produce jugadores de gran nivel.

Podemos especular con respecto a cual habría sido el desenlace de Leo Messi si el Barcelona no hubiera intervenido. Con seguridad podemos afirmar que su padre quien era obrero y su madre quien era empleada de limpieza, difícilmente habrían podido pagar el tratamiento para revertir su deficiencia de crecimiento. Ante esta situación podemos deducir que las posibilidades de realizar una carrera como atleta profesional hubieran sido drásticamente menores para Messi. Tal vez hubiera podido jugar en algún equipo de la liga argentina, en una de las divisiones inferiores o tal vez hubiera continuado jugando al futbol pero solamente como amateur, desarrollándose en otra labor para ganarse la vida.

Pero esto es solo especulación. La realidad es que Messi es considerado por muchos expertos como el mejor jugador de futbol en la actualidad, sus títulos personales lo avalan siendo el jugador con más goles en la historia de la Liga Española y de la UEFA Champions League, además de ser el único jugador en la historia que ha ganado cuatro balones de oro (premio que se otorga al mejor jugador del mundo cada año), entre otros records.

Se estima que el joven jugador “le costó” al FC Barcelona alrededor de trescientos mil euros desde su llegada a la Masía hasta el momento en que debuto como jugador profesional. Esa fue la inversión para un jugador que ahora se valora en más de 200 millones de euros.

Lionel Messi bien podría ser el emblema de todo un método que ha perfeccionado el Barcelona, un sistema que además es integral ya que se preocupa por desarrollar a los niños en todos los ámbitos. Una forma inteligente de cuidar su inversión suponiendo que hay muchos factores que pueden determinar el éxito o estancamiento de una joven promesa.

Esta información yo la estaba conociendo cuando se jugaba el mundial de 2010 en Sudáfrica y un nuevo país se levantaba como campeón por primera vez en su historia: España.

Al analizar esta información podemos entablar una conexión entre la labor que ha realizado un club como el FC Barcelona y los resultados fantásticos obtenidos por la selección Española. Para esto solo requerimos revisar “la columna vertebral” de esa España y notaríamos como estuvo conformada principalmente por jugadores del Barcelona. Pero más allá de ser jugadores del Barsa, encontramos que estos jugadores nacieron y crecieron en el club catalán.

Hombres como Carles Puyol, Gerard Pique, Jordi Alba, Cesc Fábregas, Sergio Busquets, Xavi Hernandez, Andrés Iniesta y Pedro Rodríguez son ahora parte de la historia que permitió a España ser el mejor equipo del mundo y ganar dos copas europeas de forma consecutiva.

Le dio la oportunidad a un viejo invitado y aspirante como lo era España de dar el salto y posicionarse como una potencia dentro del futbol pero no fue sencillo y ciertamente no fue un proceso corto.
 
¿A que le tiras cuando sueñas mexicano?
¿Qué se necesita hacer para tener la posibilidad de competir realmente por una copa del mundo? Preguntémosle a Holanda. El país que es considerado como una potencia del futbol sin haberla ganado todavía.

Los mexicanos creemos que es cuestión de querer y desearlo lo suficiente. Y de “partirse la cara” hasta conseguirlo. Después de cada mundial y del desencanto nacional, los medios de comunicación preguntan a la gente que es lo que hizo falta y la gente suele contestar que faltaron “ganas”, convicción y deseos de triunfar. Yo difiero con lo anterior.

No consideramos la falta de planeación, visión, inversión y trabajo en equipo (no solo de la selección sino de los dueños del futbol nacional para alinearse y dirigirse hacia un mismo objetivo).

Ahora mismo se vuelve a discutir en el país el problema originado a raíz de no desarrollar nuevo talento en nuestro futbol.

Debido a una reforma que ha realizado la Federación Mexicana de Futbol en el reglamento de nuestra liga, se ha facilitado la entrada de más extranjeros en el futbol mexicano. La novedad consiste en que en México solo 5 jugadores extranjeros podían jugar simultáneamente en la cancha para un equipo y los jugadores naturalizados tenían que esperar un mínimo de 10 temporadas jugando en la liga mexicana para ser considerados como jugadores nacionales y no cubrir una plaza de extranjero.

Pero ahora los jugadores naturalizados ya no tendrán que esperar 10 temporadas jugando en la liga, solo bastara con presentar la documentación que los acredite como mexicanos para jugar con una plaza nacional. Esto viene a “perjudicar” las oportunidades de nuestros jugadores nacidos en México, aunque lo que realmente se debería de analizar es si esto es una causa o una consecuencia de las pocas oportunidades que reciben los jóvenes en nuestro país.

Los clubes mexicanos encuentran como camino fácil el de comprar jugadores extranjeros que ya han probado tener cierto nivel como futbolistas profesionales en otras ligas. No necesariamente se trata de buenos jugadores que aumenten la competitividad del futbol mexicano, pero para el empresario mexicano que suele basar sus decisiones en el desconocimiento y la flojera, resulta más cómodo comprar estos jugadores extranjeros que invertir en sus canteras y realizar planes de trabajo que le aseguren el sustento de su club a largo plazo.

Lo anterior no solo interfiere con el nivel futbolístico que se pueda tener en los clubes, también con el “recurso” con el que cuenta el entrenador en turno de la selección nacional.

Varias polémicas en nuestro balompié podrían encontrar una respuesta sobre la misma premisa. ¿Por qué se continuaba convocando a Cuauhtémoc Blanco en la selección nacional aun cuando ya era un jugador muy veterano y sus habilidades habían mermado bastante?, ¿Cuál fue la razón de peso por la que el Vasco Aguirre insistió en alinear al naturalizado Guille Franco en el mundial del 2010? ¿Por qué se convocan o se han convocado a jugadores nacionales o extranjeros naturalizados que se sabe no tienen el nivel suficiente para una selección nacional? La respuesta es muy sencilla: porque no había ni hay nadie más.

Se convocan a jugadores viejos, sin el nivel suficiente o a naturalizados que no tendrían oportunidad de jugar con sus países de origen (Argentina, Brasil, etc.) porque no hay nadie más, es con lo que se cuenta a nivel profesional en nuestro país. Esta es la realidad del futbol mexicano independientemente de quien sea el entrenador nacional o las fuerzas que pretendan influir el medio.

Para el torneo de Clausura 2015, más de 140 jugadores no nacidos en México están participando con los diferentes clubes. Tijuana es el equipo con más jugadores no nacidos en México con un total de 12 seguido de América, Chiapas y Tigres con 11.

Con 10 esta Puebla, Veracruz, Pumas, Monterrey y Querétaro, mientras que con 9 están Atlas y Cruz Azul, y con 8 jugadores no nacidos en México se encuentran León, Morelia, Pachuca, Toluca y la U. de G. etc.

Sin embargo, algunos clubes como las chivas de Guadalajara ya han empezado a ensayar con sus fuerzas básicas. Después de que Jorge Vergara comprara al rebaño, se tuvo que enfrentar a un paradigma y a un desafío que solo tiene este club y es el de competir solamente con jugadores mexicanos.

Cabe señalar que los jugadores mexicanos suelen cotizarse muy bien debido a la necesidad que tienen los clubes de cubrir las plazas de nacionales y a la escases que existe de estos. Esta situación responde simplemente a la ley de la oferta y demanda.

Ante esta realidad, el club Guadalajara implemento el proyecto 55; que consiste en reclutar a los mejores 5 jugadores de cada posición (11) para lograr un total de 55 futbolistas. Lo anterior por cada una de las divisiones en las que compiten.

Esto representa una inversión que dicho por los mismos dirigentes del club, ha sido bestial y casi no es rentable pero yo difiero, habría que analizarlo más a fondo.
Desde mi punto de vista, el club Guadalajara ha tenido una de las mejores canteras en los últimos años. Futbolistas como el Chicharito Hernandez (Man United, Real Madrid), Carlos Salcido (PSV, Fulham), el Maza Rodríguez (PSV, VfB Sttutgart) y Carlos Vela (Real Sociedad, Arsenal) han sido algunos de los jugadores de procedencia chiva.

Además de alimentar al primer equipo, se tiene que tomar en cuenta a los jugadores del rebaño que han colaborado en los éxitos de categorías inferiores en la selección como los de los mundiales sub-17 o el de la medalla de oro en las últimas olimpiadas.

Es posible que el club Guadalajara haya encontrado una forma de adquirir jugadores y competir en el medio con todo y la restricción de jugar solamente con futbolistas mexicanos pero aún es una forma que no han perfeccionado. Esta es la razón principal por la que todavía no obtienen los resultados o la rentabilidad que desearían de la cantera.

Solamente la transferencia del Chicharito Hernandez al Manchester United fue por más de 9 millones de dólares, ¿Qué pasaría si esta situación se repitiera con cierta regularidad? Es posible que la formación de nuevo talento en México represente una mina de oro que los dueños del futbol se niegan a ver.

Resulta triste que no tengamos esa visión en el futbol ni en otros ámbitos. Somos un país tan grande con suficiente talento y muchísimos jóvenes que podrían tener un mejor futuro y “salpicar” a otros en su andar hacia el éxito.

Neymar Jr., jugador brasileño de 23 años que milita en el FC Barcelona fue transferido por más de 87 millones de Euros. Monto que se dividió entre su Club de procedencia (Santos), la familia de Neymar y la fundación de Neymar entre otros.

¿Sería rentable para un club mexicano que invirtiera fuertemente en su cantera con el objetivo de obtener una transferencia de este tipo?

Es claro que en este momento no y eso se debe a varias razones. Para empezar y reiterando, los clubes mexicanos están lejos de tener esa efectividad al invertir en sus canteras. No lo son al gastar y tampoco lo son para obtener resultados.

Por si fuera poco, México no goza de la fama mundial como formador de talento como si lo hacen otros países americanos como Argentina, Brasil y Uruguay. Por lo que nuestros futbolistas no se cotizan en el extranjero como otros aun cuando se traten de jugadores de clase mundial.
 
¿Por qué Uruguay si y México no?
Uruguay ha sido campeón del mundo 2 veces en su historia (1930, 1950) además de haber llegado a las semifinales del torneo en otras 3 ocasiones (la más reciente en el mundial de 2010). Adicionalmente tiene el record de haber ganado 15 copas América (la más reciente en 2011), 2 medallas de oro olímpicas entre otros laureles.

Gran parte de sus seleccionados nacionales son jugadores de clase mundial que militan en los mejores clubes del mundo: Luis Suarez, Edinson Cavani, Diego Godín, Fernando Muslera entre otros.

Quizás lo que más llama la atención del país sudamericano es el hecho de contar con una de las poblaciones más bajas en el mundo del futbol. Uruguay tiene una población apenas de 3.25 millones de habitantes por lo que cuenta con el record del país más pequeño en haber ganado una copa del mundo.

Pero ¿Cómo lo hacen? Los charrúas también exportaron 1,414 futbolistas durante la década del 2000; casi tantos como Brasil o Argentina.

Los uruguayos aparte de tener una gran tradición con el futbol también cuentan con un país catalogado como el mejor en Latinoamérica en cuanto a democracia, paz, calidad de vida, equidad, libertad de prensa, prosperidad y seguridad. Además se encuentra en tercer lugar del continente en innovación e infraestructura.

En el 2013, El Economista lo nombro “país del año” por sus políticas innovadoras y por ser uno de los países más liberales y desarrollados socialmente.

“Desarrollo”, “innovación” y “calidad de vida”. ¿Por qué nosotros no podemos tener más de eso?

México es un país de más de 118 millones de habitantes y nos cuesta trabajo conformar una selección nacional. Batallamos para completar las plazas de futbolistas nacionales en nuestra propia liga y con nuestros propios equipos.

El contexto en México es bastante diferente al de Uruguay siendo la inseguridad, pobreza y falta de oportunidades sus principales constantes.

Sin sumar además el aspecto cultural de transmitirle a los jóvenes que no deben soñar con metas demasiado altas: ¡No te dediques a eso porque te vas a morir de hambre!

Necesitamos promover más oportunidades para los jóvenes y para la gente en general. No solo en el futbol sino en todos los ámbitos en los que sea posible.
Este mismo concurso para el estímulo a creadores cinematográficos es una muestra de la labor que falta por hacer en nuestro país.

Hoy he decidido concursar por primera vez en mi vida, a los 32 años de edad. Sin ninguna experiencia en el ramo, ni instrucción o conocimiento más que el adquirido como aficionado. Empalmando dos grandes pasiones: el futbol y el cine.

Cada persona nace impregnada de un potencial que será su herramienta de vida para que de manera natural alcance el éxito personal. Cuando se mutila, se empieza a distorsionar nuestros destinos.

La sola idea de que nuestro Lionel Messi se encuentre en algún lugar de la república, haciendo cualquier otra cosa en vez de jugar al futbol es desoladora y aún más triste es la idea de que ni siquiera este haciendo algo legal. ¿Cuántos jóvenes se ven arrastrados al mundo del crimen organizado, de los carteles y del narcotráfico por falta de oportunidades?

Es momento de arriesgarnos a cambiar nuestros propios paradigmas por lo que necesita el país ahora.
 
 
 
Nota de motivación del autor:
El motivo de esta obra es el de querer compartir una perspectiva diferente acerca de un problema (o como dirían algunos), un área de oportunidad que existe en nuestro país.

En algún momento he sentido como mexicano y aficionado del futbol; una frustración al observar la triste realidad del nuestro futbol en comparación con otros países.

Estoy seguro que ese mismo sentimiento lo comparto con mucha gente en el país.
El título: Gol, ¿Por qué ellos sí y nosotros no? es alusivo por un lado, al momento de alegría y gloria que significa el gol y que muchas veces se ahoga en la garganta del aficionado mexicano, en una desenlace de desencanto, desdicha y pesimismo. Es entonces cuando viene la pregunta que nos invita a reflexionar con respecto a lo que hace falta.

Y creo que a través de un análisis y un documental como el que se proponen, podemos empezar abordar el tema, discutirlo y tal vez comenzar a trabajar en él.

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